Selva Misionera

El Yaguareté (Panthera onca) encuentra en nuestra provincia de Misiones uno de los lugares con mayor cantidad de áreas protegidas.

Hoy encuentra relativamente buena protección en el bloque selvático del norte de la provincia de Misiones, fundamentalmente en Parque Nacional Iguazú, los Parques provinciales Puerto Península y Urugua-í (en especial el área norte) y la Reserva Natural de la Defensa Puerto Península. Sumado a ellas está la Reserva San Jorge de la empresa forestal Arauco, cuya ubicación es clave debido a que conecta y cierra el bloque. Los Yaguaretés utilizan incluso las áreas forestadas, en especial aquellas donde se dejan fajas de monte nativo (llamadas Fajas Ecológicas).

Al sur de la ruta 17 aún persiste un bloque selvático de alrededor de 50.000 hectáreas y buen estado de conservación, aunque no posee áreas protegidas estatales y eso atenta contra su conservación a largo plazo. Esta área ubicada en el centro del Corredor Verde es fundamental, pues es una Zona Núcleo muy poco estudiada, cuenta con apenas unas pocas hectáreas bajo protección privada y la cacería furtiva aún es muy alta.

Algunos ejemplares aún alcanzan el Valle del Cuñá Pirú y un poco más al sur, debido a la conexión de selva matizada con plantaciones industriales (principalmente de pinos) que aún le permiten moverse por las sierras centrales de Misiones. Sin embargo, esta zona ha sido históricamente de alto riesgo debido a los conflictos que se generan con los ganaderos vecinos, quienes los matan como represalia cuando ataca su hacienda. Recientemente (desde 2012), los trabajos desarrollados por la Red Yaguareté junto al Ministerio de Ecología para buscar una convivencia armónica, están trayendo una luz de esperanza para que sea posible una subpoblación estable en el área. Es urgente la zonificación y creación de nuevas áreas protegidas hacia el norte, antes de que la conectividad se vea interrumpida por la transformación del hábitat en forma irreparable.

La Reserva de Biósfera Yabotí y zonas circundantes, que totalizan cerca de 300.000 hectáreas, aún albergan Yaguaretés. A pesar de la extracción maderera que existe en la zona, no se han producido grandes desmontes y la principal amenaza es la cacería, pues la zona es muy extensa y cuenta con una amplia frontera con Brasil, desde donde ingresan muchos grupos de cazadores a buscar las presas que del otro lado de la frontera ya no se encuentran.

Ha sido declarado Monumento Natural Provincial, brindándole de este modo un status proteccionista absoluto, en los papeles claro. La realidad muestra otra cara muy distinta. La gran superficie de selva Misionera que aún queda, si bien es un mínimo porcentaje de la extensión original, sigue siendo un área de difícil control y las áreas protegidas -a pesar de los grandes esfuerzos de muchos guardaparques- son objeto de caza furtiva.