Gran Chaco

El Yaguareté en el Gran Chaco Argentino

Santiago del Estero, Chaco, Formosa y este de Salta

La inmensa región chaqueña cubre gran parte del norte de Argentina y se divide en dos subregiones: el Chaco Seco y el Chaco húmedo.

Se extiende por varias provincias políticas, pero a nosotros en esta sección nos interesan fundamentalmente Santiago del Estero, Chaco, Formosa y este de Salta, que son las que aún albergan poblaciones de Yaguareté.

Tierras duras si las hay, con temperaturas superiores a los 45° centígrados y escasísimas fuentes de agua, pero que albergan una variedad impresionante de especies animales como el Tatú Carreta, el Chancho Quimilero, el Oso Hormiguero Grande y todavía, al fabuloso Yaguareté.

La distribución del yaguareté en la ecoregión chaqueña Argentina es amplia, y de las 3 del país (las otras son Yungas y Selva Misionera) es la más extensa en cuanto a superficie. Sin embargo, y a pesar de que no existen estudios detallados como para cuantificarlo con precisión, la información con la que contamos nos permite estimar que su densidad es muy baja y que es muy probable que la población esté al límite de su sostenibilidad, es decir, de la extinción.

En una región con estas características, no debemos sorprendernos si llegamos a registrar grandes desplazamientos, inclusive de más de 100 kilómetros por un individuo. Es decir, desde el punto de vista de la conectividad, los yaguaretés de Copo cuentan aún con posibilidades teóricas de contactarse genéticamente con los de La Fidelidad y estos con los del Bañado La Estrella y sur de Paraguay, el oeste formoseño y el chaco salteño, e incluso con el Parque Nacional Río Pilcomayo, en donde hay registros no muy lejanos en el tiempo. Las investigaciones en curso nos informarán más al respecto, urge ampliar las zonas de investigación y sostenerlas en el tiempo.

Santiago del Estero es la provincia más afectada, pues sus Tigres Criollos encuentran refugio casi exclusivamente en el extremo noreste, dentro del Parque Nacional Copo y la reserva Provincial homónima como área con monte nativo en pie. En el resto de la provincia, la especie ha sido acribillada y ya está prácticamente extinguida, encontrándose ocasionalmente -como sucede en casi todo su rango de distribución en Argentina- individuos transitando áreas de menor uso o frecuencia de presencia, como el ejemplar cazado en octubre de 2013 en el paraje el Negrito (Santiago del Estero) o el registrado cerca de Juan José Castelli (Chaco) en junio de 2012 (en este caso se aplicó el Protocolo y las autoridades provinciales y de APN, en comunicación con la Red Yaguareté, visitaron a los pobladores cercanos para prevenir conflictos). Algo característico de este gran gato caminador y que debe tomarse como un hecho natural que necesita ser contenido hasta que el ejemplar retorne a zonas de menor presencia humana.

El oeste de Formosa (límites con Salta y Paraguay) es una zona con registros relativamente frecuentes , y que por sus características ambientales merece especial atención, pues no descartamos que existan individuos residentes y que la creación de alguna área protegida (debemos destacar que Formosa era hasta hace poco la única provincia del norte de Argentina que no contaba con un sistema de áreas protegidas, pero a principios de 2016 se anunció públicamente su creación) permita sostenerla con mayor efectividad que la actual. Lo cierto es que en relación al yaguareté, es un área aún no relevada en forma exhaustiva y a lo largo del tiempo y a la que consideramos como prioritaria en ese sentido.

En definitiva, a pesar de que la población de la ecorregión chaqueña es la menos estudiada, sabemos que es la que se encuentra en situación más delicada, es por ello que resulta de vital importancia la protección de La Fidelidad mediante la creación de un Parque Nacional. Independientemente de esto -que en la jurisdicción chaqueña avanza a paso firme (lamentablemente no ocurre lo mismo en Formosa)- urge fortalecer el control y fiscalización en el área, pues en nuestras expediciones encontramos y documentamos 14 campamentos de cazadores solamente en las costas del río Bermejo. Desde enero de 2013, la provincia del Chaco ha intensificado los controles y la situación ha mejorado sensiblemente en la zona central, sin embargo, hacia los límites la actividad de cacería aún persiste y Formosa sigue siendo la principal vía de ingreso de cazadores hasta el río Bermejo, incluso se los puede ver a simple vista, lo que indica que no existe percepción de control ni vigilancia suficiente aún como para persuadirlos.